lunes, 26 de enero de 2015

¡Nuestro Blog Historias de Canena ya tiene 1000 visitas!



Hace ya unos meses que nuestro blog y nuestro grupo de facebook comenzaron su andadura -el 29 de agosto de 2014- y ya hemos alcanzado el millar de visitas en el blog y somos 450 miembros en el grupo de facebook. Queremos aprovechar estas circunstancias para hacer algunas reflexiones sobre ello.

A partir del interés de un grupo de caneneros por nuestra historia, nuestras costumbres..., pensamos cómo poner en marcha un foro en el que poder compartir nuestros conocimientos, poner en común ideas, proyectos e iniciativas, en las que se fueran aportando datos e historias. Partimos de la idea de diseñar unas herramientas que permitieran compartir la información y fomentar la participación. Y para ello creamos el blog y el grupo de facebook, a los que llamamos Historias de Canena, con la idea, como se dice en el primer artículo del blog, de que entre todos los caneneros que se animen a participar podamos poner en común las numerosas historias que hemos vivido en primera persona o de las que hemos oído hablar o sobre las que tenemos alguna documentación que queremos compartir.

Y aunque con esto de internet hay que tener paciencia y el paso del tiempo es el que irá confirmando, en su caso, el acierto del proyecto, este tendrá éxito si los caneneros lo llenamos de contenido, lo hacemos nuestro, no solo con su lectura, sino participando activamente en él, bien publicando algún artículo o haciendo algún comentario a lo publicado, aportando algún dato o alguna noticia relacionada con el tema de que se trate, planteando alguna cuestión o pregunta, o rectificando o enmendando algún error cometido, que sin duda los habrá.

Y los caneneros tenemos miles de historias que contar. Y no hay historia pequeña. Desde cómo fue nuestra niñez, nuestra escuela, nuestros juegos; nuestra adolescencia, con nuestras diversiones, los guateques, el cine matiné, juntarnos para comernos el hornazo los días de Semana Santa, cómo teníamos que echarle una mano a nuestros padres en el campo desde niños en las distintas tareas del campo, yendo a la aceituna, a arrancar garbanzos, a coger algodón, a la era a trillar.... O cómo íbamos en verano a bañarnos a las albercas o nos juntábamos en el Centro o, días antes de las fiestas de la Virgen de Agosto, comenzábamos a idear y a hacer las carrozas...; cómo, tras acabar los estudios primarios en la escuela, íbamos a Úbeda a estudiar el Bachiller, Maestría o FP, al Instituto, a la SAFA, a Maestría. Y ¿cuántas historias nos podrían contar los emigrantes? Algunos de ellos retornaron, pero otros solo vuelven en vacaciones; tanto a ellos como a sus hijos queremos animar desde aquí para que nos cuenten sus vivencias, tantas emociones vividas en una época en que todavía nuestro mundo era nuestro pequeño mundo, en que comenzábamos a verlo a través de la televisión y en que, en la mayoría de los casos, salir de Canena en busca de trabajo constituyó probablemente un sacrificio, sobre todo emocional, cuyo coste social es difícil de evaluar. Y también animamos a los santaneros a que nos cuenten su día a día, cuántos caneneros trabajaron en Santana, las anécdotas, la repercusión para el desarrollo de Canena... Y todavía podemos recuperar muchos aspectos de la vida de nuestros mayores, cuyas condiciones de vida fueron tan diferentes de las actuales; y aunque difícilmente ellos puedan aportar directamente algo, animamos también a sus hijos y nietos a que les pregunten y nos transmitan esas vivencias y nos cuenten cómo eran las tareas domésticas (desde la matanza a lavar la ropa en casa o en los lavaderos públicos, los medios y recursos para el aseo personal, el suministro de agua potable hasta la instalación del agua corriente en las casas...) y los duros trabajos del campo. En fin, estas no son nada más que algunas pinceladas y sugerencias de temas que se pueden abordar, y que no pretenden ser más que una llamada a la participación.

Esperemos que este espacio común sea compartido cada vez por un número mayor de personas, caneneras o no, y sirva para querer más a nuestro pueblo, para apreciar su patrimonio, tanto material como inmaterial, y para hacer de él un espacio de convivencia y de respeto mutuo entre todos nosotros. 

1 comentario:

  1. Enhorabuena por este buen trabajo. Lo habeis clavado, y una manera de mantener viva la cultura y la historia de nuestros pueblos.

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